Vuelves y te vas.

Te escribo y te vuelvo a escribir y sabes que lo sé, y sientes que lo siento.
Al mirarte al espejo sonríes porque me ves y yo también sonrío como nunca antes lo había hecho, porque si, porque te veía y tú a mi, te sentía y te observaba coleccionando todas tus manías, coleccionaba en mi mente todos tus gestos y tics que tenías, los aprendía de memoria y volvía a sonreír, o quizás nunca deje de hacerlo, realmente no recuerdo.
¿Cómo podíamos estar tan vivos y tan muertos a la vez? Estampados contra el suelo, derramando sueños, haciéndonos daño y arreglándonos después, nunca nos cansábamos, siempre volvíamos al origen, al comienzo.
Nos quemábamos como se quemaban mis manos en tu cuerpo, nos drogábamos los dos, juntos y luego mirábamos el techo, tan blanco, tan inmenso que no podía creerlo y así sin motivo desperté y me miré en el espejo, y no te vi, y me asuste, y me morí, y reviví.

Poema I

Eramos poesía, era tú boca junto a la mía, eramos y somos versos incompletos en este camino al que llamamos vida.

Tú te fuiste sin avisar como golondrina que parte hacía otro lugar. Pero gracias a ti aún siento este sentimiento tan inspirador que hace que el arte fluya, arte empapado en dolor y recuerdos.

Tú y tus ojos, yo y mis pensamientos, solos en una habitación, nada más que eso. En un mundo paralelo somos más de lo que fuimos y más de lo que ahora somos.

Escribo desde el recuerdo inagotable e incansable que aún permanece en mis días cual suicida.

Amanece que no es poco, pero tu sombra sigue intacta y mi beso, ese beso sentido desde el más recóndito lugar de mi corazón permanece en tus labios, labios tatuados por pasión y locura y los míos en recuerdo y añoranza. 

No te preocupes que en otra vida no muy lejana, te toco, te siento y somos uno mi amor, los pájaros cantan y yo estoy loca, loca de amor.

En el negro de la noche.

Que fue lo que hizo que todo fuera así, exactamente como es.

Solo tenía planeado perderme en tus ojos y acabe por perderme en noches largas y llenas de un sin ti, que podía curar por momentos. Y así fue, te arrancaste de mí, así de repente, sin hacer ruido. Fue inesperado como tú llegada a mi vida y tú partida tan fugaz, increíblemente fugaz.

Aunque ahora ya solo compartimos el mismo cielo, ese cielo que fue testigo de como me miraba en tus ojos, de como pasaba rápido el tiempo de tu mano. Pero ya no hay nada, y yo nado en mis ideas, pensamientos y locuras, sola pero consciente de que solo fue un subidón momentáneo como si de una droga se tratase, ya no hay droga, ya no hay daño, solo existe la noche que nos vio y el cielo que nos une y nos separa.

Nada más que un conjunto de casualidades que atravesaron mi vida dejando todo en una incógnita, incógnita que no resuelvo pero que hoy esta oculta en lo más profundo de mi mente, en lo oculto de la noche que un día nos vio.

Sonrisa traviesa.

Fumarse un cigarrillo y escuchar aquella canción que te transporta a otro lugar, a otro momento pasado y pensar que todo ha pasado tan rápido, que ni si quiera te has dado cuenta.
El tiempo ha pasado y tú sigues ahí como si nada, esperando a no sé que y pensando en tantas cosas que no te hacen bien.
Que bonito volver a recordar con una sonrisa aún sabiendo que jamás volverás al sitio y al momento exacto donde fuiste feliz, aunque solo fuera por un momento, pero tú sonrisa podía verse a kilómetros.
Si, fuiste feliz, por un momento, pero lo fuiste y ahora estas buscando más momentos que te devuelvan la sonrisa. Simplemente cambiar el paisaje al fumarte un cigarrillo, compartir amaneceres o reír hasta no poder más. Todo eso volverá y por un momento serás feliz, pero recuerda solo es un momento, no podrás detener el tiempo eternamente, así que vívelo y no pienses mucho más.
Deberías ver las cosas buenas y no lamentarte tanto, es fácil decirlo ¿verdad? Pero mientras tanto ahí estas tú con tus ganas de vivir y esa sonrisa de medio lado, sí, esa que siempre me gustó, quería robártela pero no pude por eso la veo en las fotografías de mi recuerdo.
Por eso y por más quería decirte que quizá nos encontremos en otra ciudad, así de repente y vuelva a tener esa sonrisa traviesa a mi lado después de tanto tiempo, aunque solo sea por un momento.

El camino se hace caminando.

Morir y renacer en un instante, tocar fondo y volver a la tierra, con los pies en el suelo, con la mirada firme y muchas ganas de avanzar.

Así es como me encontraba yo, sin ganas, perdida entre tanta gente que viene y que va, que te dice lo que hacer y lo que no. Sin saber quien era y sin saber a donde iba.

Trate de encontrarme entre tanto desorden y me di cuenta de muchas cosas:

1. Los libros son maravillosos.

2.Al fin y al cabo vas a morir.

3.Puedes ser quien quieras ser.

Y así me dí cuenta de que lo malo no es tan malo y que lo negro puede ser gris, que unas palabras pueden cambiarlo todo y que una sonrisa te puede alegrar el día.

Entonces me puse manos a la obra, sin más dilación, me propuse construir mi camino sobre unos cimientos firmes para que no se viniera abajo. Descubrí quien era y eso me hizo ser más feliz sin darme cuenta, apreciar cada nuevo día, cada rayo de sol, porque cada día es una nueva historia y esta es la historia de tu vida,así que, sigue escribiendo.

Punto y final.

No me gustan las páginas en blanco, como cuando tú mirada me decía adiós al alejarse.

Hay cosas que pasan y no encuentras ningún motivo evidente para que sucedan, pero suceden.

Tú y yo eramos un mundo. Nuestro mundo del que ya no queda nada visible, tan sólo un recuerdo refugiado en nuestras memorias que quieren hacer como si nada.

El problema fue que tú lo tomaste como un mero juego y yo como una bonita historia.

Te he escrito tantas veces que ni te lo imaginas, pero ya es hora de cerrar este capítulo para siempre y dejar atrás todos esos momentos que ya no sirven de nada.

No me digas que no piensas en ello cuando si que lo has hecho, no quiero ver más tú mirada, ni escuchar tus palabras que no dicen nada.

Me da miedo pensar que todo esto no ha servido de nada. Pero todo tiene un motivo y una finalidad, solo me hace falta descubrir de que se trata. Sigue con tu vida, yo seguiré con la mía como si nada. Seguiré escribiendo sin cesar y me gustaría prometerte que ya no te volveré a escribir, pero nunca se sabe.

Quiero cerrar capítulo y lo hago en estas líneas, quiero y lo hago. ¿Qué fácil, verdad? No ha sido nada fácil pero ahora miro hacía delante y doy un portazo al pasado que quiere irrumpir en este presente. 
Todo muy intenso. Todo muy felino.
Fin.

Las historias que tu mirada me contaba justo antes de dormir.

¿Y a donde van todos esos recuerdos? ¿Donde queda aquella mirada felina?

Susurros del viento que se hizo cómplice de tantas sonrisas a oscuras. Me gustaba tu sabor, me gustaba cuando estabas aquí, pero el tiempo te arranco de mis días y hoy vuelas en otra dirección.

Un cigarrillo encendido y tantas preguntas que aún hoy no tienen respuesta, como el grito que se ahoga, como un velero que poco a poco se hunde. Siempre había razones, siempre las hay, pero ¿que ha sido de nosotros?

Me miras desnudo y creo poder verte hasta el alma, y me intentas decir lo que no dices, lo que no has dicho, no hace falta que tus labios me lo digan, ya me lo contaron antes tus ojos.

Necesitaba valor, que aún hoy falta y fuerza que se quiebra en los silencios rotos, en los amargos días en los que tu no me mirabas. Y tu mirada me decía tantas cosas que aún recuerdo, tantas historias me contó que hoy me duermo.